domingo, 28 de diciembre de 2008

SATURNO CASA VII

Suele indicar ya en la infancia dificultades y falta de confianza en uno mismo
para relacionarse con los demás así en general.
Claro,
la persona probablemente no lo vive como una falta de confianza en sí mismo,
sino más bien como una desconfianza hacia los demás
y de los cuales por lo que fuera no se acaba de fiar.

Las relaciones "de pareja" no son cosa fácil para quienes tienen a Saturno en la VII.
En el ámbito de nuestras relaciones de pareja o con socios,
cabe esperar dificultades, limitaciones, pruebas, inhibiciones o responsabilidades
que de entrada tienden a limitarnos la espontaneidad y la vitalidad
causando decepciones, sentimientos de inadecuación, culpabilidad,
vulnerabilidad y temores.

Al menos al principio, así de entrada,
estos Principios Energéticos tienden a estar representados materialmente
en una persona o personas de nuestro entorno.
Así pues,
conviene examinar las primeras relaciones de la persona.
Saturno en la VII puede representar a uno de los padres,
a la relación entre nuestros padres,
a la relación con un hermano o hermana en caso por ejemplo de gemelos
o relaciones muy estrechas con un hermano o hermana cuando sólo son dos,
o después a nuestro cónyuge o pareja.

Conviene por tanto darse cuenta si tras haberse abierto afectivamente
a uno de nuestros padres o a primeras parejas,
por ejemplo,
se sintieron limitados, heridos, rechazados, incomprendidos y/o reprimidos.
En estos casos o parecidos,
es posible que sigan teniendo miedo de ser inaceptables
o indignos de amor para los demás.
En otras ocasiones,
estas relaciones nos han resultado tan negativas que de algún modo nos bloqueamos
y luego nos cuesta creer en la posibilidad de una unión feliz con otra persona.

Con Saturno en la VII las relaciones personales se toman muy en serio
y no son temas para tratar con frivolidad ni ligereza.
Tendencia a buscar una pareja responsable que proporcione seguridad y estabilidad,
en ocasiones alguien mayor.
Si la búsqueda se centra en estas premisas,
la búsqueda de seguridad,
es probable que el resultado sea que la misma pareja
nos limite y restrinja demasiado nuestra libertad.

Y así, de mal en peor,
hasta que aprendemos las lecciones,
hasta que la influencia del Planeta se exprese desde nuestro interior.
En este punto,
la persona tenderá a sentirse responsable de sus relaciones,
a mostrarse exigente y didáctica en las relaciones con sus "parejas",
y las parejas en general,
pudiendo ser buena consejera en estos temas.
Desde luego que esta posición invita, si no obliga,
a aprender a estar solos con nosotros mismos,
a mirarnos al espejo cara a cara y sin engaños,
a crear relaciones desde el equilibrio y la verdad,
pues sólo así seremos capaces de crear uniones sólidas, estables, maduras y duraderas, que es lo que Saturno espera.

Por tanto,
el matrimonio ni los compromisos con socios no están aconsejados
al menos hasta los 30 años más o menos,
hasta que Saturno vuelva a pasar por la posición natal.
Están favorecidos los Trabajos en áreas relacionadas con el público
y las relaciones sociales.